Seguramente te ha pasado que al estar platicando con alguien la cosa como que no fluye. Estás contando algo y de pronto te interrumpe. Pareciera que o no te estaba poniendo atención o algo de lo que dijiste le recordó algo y lo suelta, así, como va, aunque tú sigas hablando. En el mejor de los casos después se acuerda que tú estabas diciendo algo y te regresa la palabra; pero otras veces, el micrófono simplemente se va, se va, se fue.
Últimamente me he notado con cierta intolerancia a esto y tanto me ha estado dando vueltas en la cabeza que ya terminé aquí, escribiendo. Jaja.
Después de ser interrumpida varias veces, lo primero fue pensar que tal vez aburro. Sin embargo, lo descarté porque considero que TODOS tenemos momentos y moods. Y lo que sí tengo muy claro es que no hablo como el peje, y es más, creo que hablar es algo de lo que mejor me sale considerando que justamente por hablar me pagan.
Esto va más allá. Creo que el arte de cerrar la boca y escuchar es algo que está cayendo en desuso porque también noto a otras personas siendo interrumpidas constantemente.
¿Porqué Diosito? ¡¿Porqué hacen eso?!
Me niego solamente a criticar a los interruptores porque de acuerdo a mis largas horas de reflexión mientras paseamos a los perros, hay varias razones detrás: 🧐
1. Personas con trastorno por déficit de atención o autismo. No es su culpa, todo cool con ell@s.
2. Gente estresada. El acelere de la vida puede ser muy rudo, nos pone en otra sintonía y por lo tanto, tener una conversación se complica.
3. Personas a las que les uuuurge decirte que “ellos también -lo que sea que estés diciendo-“. No sé si son ganas de mostrar empatía o necesidad de sentirse incluídos o parte de lo mismo que tú… Tengo mis dudas, necesito ayuda para descifrarlos del todo.
4. Aquellos que son aleccionadores. Tienen el ímpetu de mostrarte que lo que estás diciendo ell@s ya lo saben, ya han pasado por ahí, o estás mal y deben explicarte “el cómo sí debe ser”.
Estos últimos son los que más me enojan. Incluso un derivado de esto podría ser el mansplaining (esto es cuando estamos diciendo algo -usualmente las mujeres- y nuestro interlocutor -usualmente hombre- nos repite lo mismo pero en tono de explicación, algo así como para reafirmar su hombría o superioridad).
5. Personas a las que se les está echando a perder la capacidad de escuchar por tanta red social que nos tiene haciendo scroll constantemente.
Si no capturas mi atención en un par de segundos, “le cambio”, y si no la mantienes durante el resto de tu discurso, también “le cambio”.
Es como la versión exacerbada de aquellos que antes tenían el control de la tele y le cambiaban cada dos segundos.
Lo que dicen los verdaderos expertos
No pude más y busqué qué decían los especialistas. Leí algunos artículos y resultó que no estaba tan perdida.
Un psicólogo de nombre Hanan Parvez, cuenta de tres tipos de interrupciones que están basadas en la intención de quien interrumpe.
Primero están aquellos que lo hacen por “ganar poder” (los de mi punto cuatro). Después aquellos que lo hacen para hacer rapport, es decir, están enganchados y quieren saber o aportar más a lo que estamos diciendo; y luego están los “neutrales”, aquí pueden entrar los estresados o los que se distrajeron con algo, etc.
No encontré nada muy relacionado a los amigos del punto cinco, pero sí datos sobre cómo se ha acortado nuestro tiempo de atención por las redes sociales. Las generaciones jóvenes sufren más pues entraron en contacto desde más temprana edad con lo digital.
En un blog inglés para padres leí que la capacidad de atención (attention span) se redujo de 12 segundos en el año 2000 a 8 segundos en el 2013. ¡¿Cómo estaremos en 2023?!
Si no somos entretenedores constantes ¿estamos destinados a que no nos pongan atención? ¡WTF!
Y pues sí, ahí tenemos a tanto influencer que no dice mucho pero entretiene y con eso basta para prestarle atención. ¡Pfff!
Finalmente, también encontré un artículo de Psychology Today que está dirigido a aquellos “interruptores crónicos” y que habla sobre los daños que ocasiona el interrumpir y los beneficios de aprender a esperarse tantito antes de cortar el flujo de una conversación. Aquí te dejo el link por si te interesa. Está en inglés pero le pones facilito el traductor de Google y ¡voilá!
Por lo tanto
Aún sigo y seguiré trabajando en reconciliarme con aquellos que interrumpen sin darse cuenta o cuando lo hacen porque están enganchados con lo que estoy diciendo. Pero aún necesito aprender a poner altos para recuperar el curso de una conversación cuando la interrupción no sea positiva o útil.
Cada día valoro y disfrutro más de una conversación que fluye. Cuando encontramos a una persona con la que tenemos eso ¡hay que cuidarla! es lo mejor que nos puede pasar.
Regresaré a escribir más de este tema cuando note algún cambio interesante, por lo pronto: Hasta aquí mi reporte Joaquín. 🧐
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