La costumbre de opinar

Llega un amigo y te cuenta un tema de su trabajo. El asunto no tiene nada que ver contigo, y él no busca un consejo, ni preguntarte nada, solo platicarte. ¿Qué haces tú?

De acuerdo a mi experiencia y a lo que he observado últimamente, hay altas probabilidades de que termines opinando sobre lo que te compartió. Y es que cuando el cerebro recibe información, la mente la analiza y busca colocarla en algún cajón preexistente; y usualmente ese “cajón” está ligado a una opinión.

Dado que crecemos formándonos creencias, lo que vamos viviendo lo filtramos por ahí y así desembocamos en juicios o de menos, opiniones. Es casi hasta una respuesta instantánea: vemos, escuchamos, leemos o probamos algo y en automático contestamos con un “qué bien – qué mal”, “me gusta – me da igual – no me gusta”, o algo dentro de esos rangos.

Pareciera que mantenernos en la simple aceptación, sin poner la información en uno de esos “cajones”, es una habilidad no tan desarrollada. Incluso entender lo que se nos pone en frente sin tener una inclinación hacia algún lado, podría llegar a interpretarse como desinterés… 🤔 esto último puede llevarme a otro tema, así que por ahora no lo seguiré explorando.

No tener una opinión v.s no opinar

Hace algún tiempo escuché de un ruso diciéndole a un latino que había notado que tendemos a opinar de todo. Lamentablemente no tengo suficiente experiencia con otras culturas como para saber si opinar es algo cultural. Lo qué sí tengo claro es que los latinos tendemos a ser apasionados (y un tanto chismosos y metiches). Para nosotros es normal andar diciendo lo que opinamos. También hay una tendencia a criticar ¿y qué es eso sino ser opinadores compulsivos?

Con todo esto no estoy diciendo que esté mal opinar, al contrario ¡arriba la libertad de expresión! Yo hablo de situaciones en las que el asunto en cuestión no está relacionado con nosotros, ni nos afecta de algún modo ¿porqué y para qué lo hacemos? Ponerle un alto a nuestra mente opinadora compulsiva, de pronto no nos haría daño.

Opinar es humano. Verbalizar la opinión sobre algo que no nos incumbe o no nos preguntan, es una costumbre (y tengo serias dudas sobre qué tan saludable es). Hasta aquí mi hipótesis. ¿Qué opinas? 😂

Leave a comment